jueves, 23 de diciembre de 2010

Un mes y medio sin móvil.


Os voy a plantear un reto, experiencia, desafío, vivencia o como querais llamarlo.

Teneis que pasar un mes y medio sin móvil. JAJAJA no es nada fácil, pudo asegurarlo, he pasado por ello y no porque yo quisiera sino gracias a gente desgraciada que no tiene nada mejor que hacer que robarme DOS móviles (puede que yo sea un desastre, pero también puede que la gente sea rastrera).


Os cuento mi experiencia.

El día en que perdí el primer móvil, fue catastrófico me sentía inútil desde el minuto uno en que busqué mi móvil para decir que no iba a comer a casa, cosa que al final no pude hacer. Perdí todos mis números acumulados desde que aprendí a dividir por dos cifras. La gente me llamaba y no comprendían por qué no lo cogía...

Enseguida conseguí un segundo móvil que me prestó mi madre, pero el maravilloso día en el que celebraba mi cumpleaños en la Mesa Mota, me lo volvieron a robar. Mundo abre el suelo, tragame y no me dejes salir en 100 años. Fue desesperante, parecía que YO era incapaz de tener algo que me durara más de dos días, desesperante, repito, desesperante.

Bueno, ahí empezó un sin fin de inconvenientes, la dificultad de quedar con alguien o con un grupo, teníamos que ajustar una hora y lugar días antes por internet o telefono fijo, y por supuesto no podían ser impuntuales o no venir, ya que YO no tenía MÓVIL.

Tuve que vivir a la vieja usanza.

Mis conversaciones privadas, es decir, las que no te gustan que escuchen tus padres, las tenía que tener en casa con la puerta de mi cuarto cerrada y estar pendiente de que nadie escuchara...

Cuando iba por la calle denoche me sentía sola y desprotegida, si me pasara algo, que haría?

Si se me ocurría el maravilloso plan de no ir a casa a comer o llegar más tarde o cualquier otro cambio de planes: 1 Le pedía a alguien el teléfono 2 Llamaba de una cabina (pero esto no solía ocurrir porque no llevaba dinero encima).

AH! Tuve que aprender a usar una cabina (si es raro, pero no sabía usarlas, es que siempre había tenido movil!)

Al principio notaba la ausencia del móvil para todo, no podía mirar la hora (tuve que comprarme un reloj), no podía poner una alarma (tuve que comprarme un reloj), no podía hacer fotos a algo que me encontrara en la calle y me resultara de vital importancia (no me compre ninguna cámara, simplemente pasé de largo e hice como que no existía), no podía escuchar música (usé un mp3, que más tarde perdí), no pude dar mi número a ningún chico guapo.


Lo único bueno que noté con la ausencia de móvil, fue que no tenía a mis padres encima, les era imposible localizarme inmediatamente, JÁ, podía ser libre mientras caminaba por la calle, era una sensación distinta a la de siempre, quizás sentí eso: libertad (en minúsculas). Sensación recomendable para cualquiera.


Pasaron las semanas y me fui acostumbrando a mis circunstancias y digo ME fui, porque los que no se acostumbraban eran todos mis amigos esclavos de las empresas telefónicas y del sistema en el que vivimos.

Puedo admitir que me gustó estar este tiempo sin móvil, y también debo admitir que voy a hecharlos de menos, porque me hacían sentirme de una forma indescriptible era como una mezcla de libertad, de diferencia con los demás, nose...Quizás solo fuera porque estaba viviendo una experiencia distinta cambiando la monotonía de nuestras vidas y rompiendo la igualdad que se está imponiendo en nuestra sociedad de Blackberrys, vans, Mcdonald's, Calle Castillo, fiestas, chicos y todos esos rollos...

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